domingo, 13 de enero de 2013

momentos

MOMENTOS 34 – LA MUJER DEL PELO CASI AMARILLO F.J.Fayerman Diez de octubre de 2012 Paseábamos: Era alta y tenía el pelo rubio, casi amarillo. La mujer más hermosa que había conocido jamás. Yo iba hablando, no sé si por el móvil o simplemente me dirigía a alguien que no se encontraba en nuestro mismo plano. Le decía bromeando: –Si, es rubia, muy rubia pero fea–. Volví la cara y la miré: era preciosa. Se puso seria de repente y cuando repetí –– ¡si, es fea!– me besó en la mejilla. Nos habíamos conocido esa misma tarde y era el primer signo de afecto entre los dos. No recuerdo bien si conversamos mucho o no, solo que nos gustaba estar juntos y que su pelo brillaba al viento y que su cara era como de caramelo, sus facciones delicadas y su mirada relajante y joven. Esa fue la única vez que soñé con ella. MOMENTOS 38 – AMORES F.J.Fayerman quince de octubre de 2012 – ¿Por qué me pongo triste cuando el cielo amenaza lluvia? –No estoy acostumbrado a llorar, quizá ahora podría hacerlo con su compañía. Lloraríamos los dos. Oye música en el móvil y le recuerda tiempos que no volverán, tiempos en los que fue muy feliz. Le recuerdan amores imposibles, amores juveniles, amores de cine; amores dolorosos. Ya está lloviendo y no consigue hacer brotar una sola lágrima de sus ojos y no es ni más feliz ni menos feliz. Sigue el camino que él mismo se trazó hace muchísimos años, desde su juventud, cuando empezó a tomar el rumbo de su vida. Llueve mientras camina; gotas grandes y dispersas que impregnan el aire con el olor característico a tierra húmeda. La tarde se presenta oscura, como su ánimo. –Pero llueve cada vez más fuerte y es mejor que vuelva a casa, no vaya a ser que contagie mi tristeza.