domingo, 28 de noviembre de 2010


“LA CACHACHI”


F.J.Fayerman
Veintiocho de noviembre de 2010


Cuando caminaba por el colegio, la Cachachi hacía crujir la tarima como si marcara el ritmo de una canción. Escuchábamos el sonido inconfundible de sus pasos, e imaginábamos el vaivén que la cojera provocaba en su andar.
Su entrada en clase era apoteósica: Todos los alumnos de cuarto de bachillerato, nos poníamos en pié y le dedicábamos, mientras pasaba entre dos hileras de pupitres, una larga lista de requiebros que, lejos de enfadarle provocaban una sonrisa en sus labios.
Nos encantaba la asignatura de Literatura que impartía La Cachachi, apelativo cariñoso que alguien había inventado y que expresaba que La señorita Cacharrón, -su verdadero apellido- estaba “chachi”. Su rostro afable y su hablar decidido, nos hacían disfrutar de la hora diaria de clase, que la mayoría de las veces era tan solo de cuarenta minutos, ya que siempre aparecía "el Salvadores" nuestro profesor de Ciencias Naturales, para echar con ella una larga parrafada, que a nosotros se nos antojaba como una conversación de enamorados.
Ayer me llamó mi compañero de colegio y amigo Juan Carlos, para comunicarme la muerte de La Cachachi, que debía rondar ya los ochenta años. En lugar de asistir a su funeral, prefiero ofrecerle este sencillo relato, posiblemente conseguido en parte gracias a lo aprendido en sus clases.
Estoy convencido de que, desde el rincón del paraíso reservado a los amantes de la Literatura, donde seguramente estará en animada charla con Lope, Rubén, Rosalía y Miguel, me lo va a agradecer mucho más.

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