lunes, 2 de mayo de 2011




El pasado dia 4 de abril, nuestra perrita KIRA se fue al cielo despues de hacernos felices durante diecisiete años. Aquí te dejamos un pequeño cuento en el que, como siempre tu eres la protagonista. Tus amos.



KIRA, NUESTRA PERRITA CANELA


Sobre las diez de la mañana llegó Avelino, el pelícano cartero. La bolsa del pico, repleta de avisos.
Ya era una costumbre ir a recibirlo a las puertas del paraíso; justo debajo del enorme cartel que con letras de neón las iluminaba: “Bienvenido al cielo de los animales”.
--Mi instinto me dice que hoy vamos a recibir noticias –dijo Ron, el gato más guapo del grupo, a la vez que se lamía su pata derecha.
Luna, la gata persa de pelo de nieve y ojos dorados lo miró con cara asustada.
--¿Qué crees que ha podido suceder?
Senda, la perra Pastor Alemán de color negro fuego se sentó a su lado y la susurró al oído: Supongo que tenemos visita, aunque yo no espero a nadie.
Avelino abrió el pico y empezó a recitar los nombres de los que estaban llegando en aquel momento al paraíso: Chato, el gato negro, Iga, la hormiga madrileña, Pandi, el perrito gordo.
De pronto, una perrita canela entró corriendo y meneando su cortísima cola.
--¡Kira! exclamaron Ron y Luna a la vez, y los tres se olieron, se empujaron y rodaron juntos por el suelo llorando de alegría, como solo saben llorar los gatos y los perros.
--Senda, esta es Kira, dijo Luna; llegó a casa al poco de marcharte tú, y ahora te trae noticias de tus amos que te siguen recordando todos los días.
Los cuatro marcharon hasta la nube reservada para la familia Fayerman
Y allí, Kira les habló de Yoyo y de Mimí, e incluso de Gardenia Ortiz.
Y siguieron siendo felices.

3 comentarios:

  1. Es hermoso recordar a aquellos que nos han dado su fidelidad y cariño.En su paraiso particular ellos también os recordarán con amor.
    Un abrazo.

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  2. Muy emotivo. Los animales son compañeros que están con nosotros parte del camino, aunque a veces su ausencia se hace inmensa.

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  3. Qué bonito Fede, me ha emocionado. Kira y sus otros amigos han tenido suerte de compartir su vida terrenal con unos dueños como vosotros. Y ahora siguen vivos en tus relatos.

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